El título de esta entrada pertenece a un tema de Paco Cifuentes.
No sé el motivo por el cual, a pesar de hablar de él a todo aquel que me quiso escuchar, su música no ha calado en sus almas y en sus corazones como lo ha hecho en mi.
Escuchar a Paco Cifuentes me inspira. Me despierta las ganas de escribir versos, de sacar mi corazón por la boca, de ser más pícara, más canalla. Me despierta las ganas de amar, las ganas de observar y la necesidad de liberar emociones . Sus discos personifican mi propia musa. Su voz acelera mis pulsaciones e invita a mis sentidos a abrirse, a explorar las palabras, a encontrar el camino, a empezar de nuevo.
No sé qué tiene este sevillano, que a mi más que llegarme, me traspasa.
He demorado esta entrada porque nunca logro decidirme por uno de sus temas para compartir con aquellos que me leéis. Y esta vez no es diferente. No os dejaré ni uno, ni dos, ni tres, sino tres de sus canciones (algún día os hablaré de Malviviendo, esta frase es de uno de sus personajes, el Zurdo).
No os arrepentiréis. Subid el volumen. Abrid vuestras orejas. Dejad lo que estéis haciendo.
Dejad que su música os traspase a vosotros también.
Paco Cifuentes & Carlos Chaouen
Vestida de domingo...... en zapatillas y pijama.
Aliviados.
A veces estar vivo pasa medio desapercibido.
Epicentro.
El epicentro sigue siendo pensarte cuando todavía estás delante.
No digáis que nadie os habló de él.